De esta situación se desprende una segunda afirmación de probable carácter universal relacionada con el infanticidio: en un gran número de casos, tal práctica no se lleva a cabo sin que suponga un cierto o elevado coste emocional y un efecto psicológicamente negativo. Aunque no podemos entrar aquí a discutir -ni a intentar fundamentar- esta segunda afirmación, lo cierto es que el infanticidio se reviste frecuentemente de una serie de justificaciones, ritualizaciones y otros recursos ideológicos encaminados a intentar paliar o sobreseer el presunto perjuicio emocional mencionado antes.Es precisamente este equipamiento ideológico el que en muchas ocasiones no nos permite discernir hasta qué punto determinadas prácticas homicidas dirigidas contra miembros de la propia sociedad -en el caso de este estudio, el sacrificio infantil - deben considerarse originadas por la misma causa que provoca el infanticidio (eliminación de hijos no deseados), o bien pertenecen a una esfera distinta del comportamiento humano.
Existen distintos tipos de infanticidio:
1. Infanticidio abierto o manifiesto, cuando la agresión, del tipo que sea, no es en modo alguno disimulada.
2. Infanticidio encubierto, cuando la agresión es ocultada o disimulada
3. Infanticidio preferencial, cuando actúa preferentemente sobre uno de los dossexos, generalmente el femenino.
ü Diaz Manderuelo. Sexo, Muerte y Fertilidad.2013
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